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Gymkhana de agua: Sin agua, no hay futuro

El pasado sábado 18 de junio, desde FABRE nos acercamos a las piscinas de la localidad de Quintanilla de Onésimo para realizar una serie de juegos, dinámicas y talleres con la que sensibilizar a los más pequeños sobre los problemas y peligros que entraña la escasez de agua en el mundo, especialmente en las regiones más empobrecidas del planeta, donde el acceso a agua potable es una quimera y provoca multitud de enfermedades y riesgos para la salud. De hecho, tal y como destaca UNICEF, en el presente se calcula que cada día mueren cerca de 1000 niños por falta de agua potable.

 

 

A este respecto, realizamos distintas actividades que tenían como finalidad tomar conciencia sobre la escasez de agua dulce en el planeta, a pesar de que nosotros podamos disfrutar de instalaciones de saneamiento, duchas, grifos, piscinas, etc. tanto en nuestro hogar como en nuestro entorno más cercano.

 

Entre todos, hicimos un juego para limpiar la piscina de “globos de petróleo” en el menor tiempo posible; colaboramos para trasvasar en cadena el agua de la piscina a un cubo sin que ésta se nos cayese; y realizamos carreras de relevo para rellenar con pajitas un vaso de agua, tomando conciencia así de lo que cuesta en muchos países del mundo poder acceder a este bien tan necesario para el desarrollo de la vida humana.

 

 

También hablamos sobre el malgasto de agua que hacemos en nuestro país y cómo esta realidad difiere de otras sociedades como la que vive en el medio rural en Mozambique, donde apenas disponen de 25 litros de agua al día para cubrir todas sus necesidades (hidratarse, cocinar, mantener la higiene personal, lavar, etc.), con la gravedad de que en muchos casos esa agua está contaminada o en mal estado.

 

Durante esta actividad, también estuvo a disposición de las personas que visitaron la piscina nuestra exposición sobre el ODS 6, donde se explica cuál es la situación actualmente en el mundo respecto al acceso al agua y las consecuencias de su escasez.

 

 

Para finalizar, explicamos un taller con el que construir de forma fácil y sencilla nuestro propio abanico. Todo ello con la finalidad de combatir la ola de calor del modo más sostenible posible.

 

Quizá pueda parecernos exagerado apostar por este tipo de alternativas tan rudimentarias, pero uno de los principales efectos del cambio climático es la acentuación del problema de la escasez de agua dulce en el planeta Tierra. En 2050, si no cambiamos de rumbo, se calcula que la mitad de la población mundial puede verse afectada por problemas derivados de esta escasez.